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En Reconocimiento: Judy Stromer

Receptora del Premio a la Excelencia de la DFI 2013

Sídney, Australia

El 1956 fue un año dramático, no solo en el Medio Oriente por causa de la Guerra del Sinai, sino también en la Europa Oriental. En noviembre de ese año, el ejército soviético invadió Hungría y aplastó con crueldad y gran derramamiento de sangre la revuelta popular contra el régimen comunista. Una niña judía de nueve años se vio envuelta en el tumulto y se convirtió en refugiada en un campo de la ONU no lejos de Viena. Esa niña se convirtió con el correr de los años en una prominente líder sionista en Australia, y quien decenas de años más tarde recibiría uno de los premios más prestigiosos de Keren Hayesod. Su escalofriante historia despierta pensamientos y provoca emociones que permanecen contigo mucho tiempo después que hayas terminado de escucharla.

Unos días antes de la fecha programada para recibir el Premio a la Excelencia de la División Femenina Internacional de KH 2013 junto con Bev Michaelis, su Copresidenta de la División Femenina de Nueva Gales del Sur de la Campaña Unida para Israel (CUI), Judy Stromer nos cuenta cómo se convirtió gradualmente en una activista central y líder en la CUI de Australia. Comenzó hace unos 35 años “con una cosa pequeña” – como ella dice – y se involucró cada vez más en las causas judías e israelíes, teniendo a Janet Simon, z”l, como “un modelo a seguir”.

“Algo me impulsó”, dice. “Me enamoré del concepto. Soy muy perfeccionista. Si llego a comenzar algo, no hay para mí medio trabajo. Estaré totalmente involucrada”.

Luego se refiere al incansable trabajo de la División Femenina de Nueva Gales del Sur en pro del Centro de Absorción Nurit en Beersheva, donde residen los nuevos olim procedentes de Etiopía. Judy recuerda su viaje a Etiopía en 2012, junto con el enviado de Keren Hayesod a Sídney en aquel momento, Fentahun Assefa Dawit. “Visitamos el complejo de la Agencia Judía para Israel en Gondar. La gente estaba desesperada. Era desgarrador” dice con emoción. Hablar de la difícil situación de los judíos etíopes sirve como un detonante para encarar una conversación en el tema de su experiencia personal.

“Habiendo sido yo misma una refugiada, pude entender completa e inmediatamente la situación de esas personas, que no tienen la mínima idea de cómo será su futuro. De repente, volví a la edad de nueve años, en 1956, cuando regresé de la escuela un día y encontré a la Policía Secreta en mi casa y a mis padres, ambos sobrevivientes del Holocausto, amarrados a sus sillas. Mi padre, que tenía algunos recursos, había ayudado a un amigo necesitado. La esposa de este amigo fue a la policía y denunció a mi padre y vinieron a interrogarlo sobre el origen de su riqueza. Registraron toda la casa, confiscaron todo (cubiertos, alfombras, etc.) y lo detuvieron. Pasaron diez días hasta que lo vimos de regreso. Dijo que estaba bien, pero entendió que de ahora en adelante estaba en la “lista negra”. Cuando estalló el levantamiento popular contra el régimen comunista en octubre, entendió que era una oportunidad única para huir del país”.

La familia huyó secretamente a la frontera con Austria. Judy, su madre y su hermana de dos años de edad, permanecieron allí mientras su padre iba y venía en el intento de rescatar a toda su familia. Finalmente, los tres cruzaron la frontera y llegaron a un campo de refugiados de la ONU, cerca de Viena. Vivieron allí varias semanas, en condiciones muy difíciles, sin tener ropa para cambiarse y padeciendo de enfermedades intestinales. Su padre fue capturado por la policía fronteriza, pero logró escapar de alguna manera y reunirse con su familia en Austria.

Después de obtener los permisos de emigración a Australia, donde su padre tenía una hermana, viajaron a Génova, Italia, y de allí en barco a Australia. Desde que se cerró el Canal de Suez, tras la Guerra del Sinai, tuvieron que navegar alrededor de todo el continente africano, un viaje que duró más de seis semanas. Judy todavía recuerda cómo los judíos de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, les dieron la bienvenida en sus hogares cuando el barco se detuvo para reabastecerse de combustible y efectuar trabajos de mantenimiento.

Finalmente llegaron a Australia con algunas ropas y otras pocas pertenencias. Su tía estuvo a cargo de satisfacer sus necesidades básicas. Judy recuerda cuán difícil fue adaptarse a un nuevo país, aprender un nuevo idioma y comprar todo desde cero.

La joven que pasó por momentos tan difíciles creció para convertirse en una muy exitosa diseñadora de moda y luego se dedicó al diseño de interiores. Sin embargo, el dolor por su experiencia traumática de la infancia todavía es fácilmente perceptible. Pero su exitosa lucha para superarlo evidentemente contribuyó a fortalecer su personalidad.

Desde que se involucró en la Campaña Unida para Israel (CUI), en 1970, y en especial desde que participó en su primera misión a Israel en 1994, Judy se ha convertido en una activista muy destacada. Ella y Bev Michaelis son un dúo maravilloso que infunde entusiasmo por las causas sionistas y judías en cientos de mujeres en todo Nueva Gales del Sur.

Judy sabe perfectamente lo que significa necesitar una mano amiga. Ella hará todo lo posible para estar allí y ayudar a cualquier persona que se tenga que enfrentar a alguna adversidad. Tiene un lugar especial en su corazón para la generación más joven “Una de las principales razones por las que hice todo esto, es por los niños”, dice repetidamente.

La familia mundial de Keren Hayesod congratula a Judy con motivo de la recepción del Premio a la Excelencia de la DFI de KH 2013. ¡Gracias nuevamente por todo lo que has logrado hasta ahora, querida Judy, y nuestros mejores deseos por muchos años más de buena salud y felicidad junto a tus seres queridos, así como te deseamos que continúes con tus actividades en pro del Estado de Israel y del Pueblo Judío!

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A continuación, el mensaje que Judy envió a la Oficina Central de Keren Hayesod en Jerusalén.

Acepten mi más sincero agradecimiento por haberme otorgado tan generosamente el Premio a la Excelencia 2013 de la División Femenina Internacional de Keren Hayesod. Me siento muy orgullosa y agradecida al recibir este premio y particularmente emocionada y profundamente honrada que la entrega del premio se haga al mismo tiempo que a mi Copresidenta, Bev Michaelis.

Bev y yo compartimos las mismas pasiones y objetivos y nos sentimos privilegiadas por poder dedicar nuestro tiempo a través del año a difundir y concientizar sobre la importancia del trabajo que realizamos en pro de la Campaña Unida para Israel. Nuestra participación y las visitas regulares al Centro de Absorción Nurit nos colman de orgullo y placer y nos permiten ver el impacto directo de nuestro trabajo en estos refugiados.

En lo personal, tengo el privilegio de contar con el apoyo no solo de mi familia, sino también de un grupo de dedicadas mujeres cuyo compromiso es también apasionado y, juntas, tenemos la capacidad de inspirar a otras mujeres para que apoyen nuestro importante trabajo por Israel. Les agradezco a todas, sinceramente.

Siento mucho orgullo por estar en condiciones de difundir el mensaje de Keren Hayesod y, como quien ya sabe lo que es ser una refugiada, estoy agradecida de tener la oportunidad de retribuir a la comunidad judía de todas las maneras posibles.

Deseo continuar actuando en mi comunidad y, en particular, tratar de ser un ejemplo para la generación de mujeres más jóvenes y para mi familia, e incentivar a otras no solo a involucrarse, sino también a apasionarse en su apoyo a la Campaña Unida para Israel (Keren Hayesod) y al Estado de Israel.

Espero con gran placer recibir este prestigioso premio durante el próximo mes de junio.

Con un cordial saludo,
Judy Stromer.

Por su visión, por su extraordinario liderazgo y por su incansable dedicación, Judy Stromer es digna receptora del Premio a la Excelencia de la DFI de KH 2013.

judi stromer

Bev Michaelis y Judy Stromer con el Premio a la Excelencia. De izq. a der.: Nelly de Bobrow, Presidenta de la División Femenina Internacional; Victoria Reimers, Presidenta Honoraria de la DFI; Greg Masel Director General de KH; Bev Michaelis; Eliezer (Moodi) Sandberg, Presidente Mundial de KH; Penny Horst OAM, Presidenta de la DF Federal de Australia; Judy Stromer y Yohanna Arbib-Perugia, Presidenta de la Junta Mundial de Fideicomisarios de KH.

 

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Judy Stromer dirigiéndose a la audiencia.