La Aldea Juvenil Nitzana ofrece un espacio para una población mixta que contiene tanto niños judíos provenientes de entornos complicados como niños beduinos del sur de Israel, quienes a menudo vienen de aldeas no reconocidas que carecen de servicios básicos y fácil acceso a servicios cívicos primordiales.

En la sociedad beduina, solo el 20% de los hombres se gradúan de la preparatoria, dejándolos con pocas esperanzas para el futuro y pocas expectativas fuera del salario mínimo, el trabajo manual, muchos de ellos terminan en un entorno críminal.

El ex director de Nitzana, David Palmach, comenzó la aldea junto con los padres de los niños como un primer intento de proporcionar un marco para que los jóvenes desarrollen habilidades sociales, autodisciplina y mejoren sus calificaciones, dando igualdad de oportunidades para estar listos para comenzar su vida adulta como ciudadanos productivos y seguros de sí mismos con un sistema de apoyo al cual recurrir.

En la aldea, estudian hebreo y aprenden materias básicas de preparatoria para alcanzar el nivel para la matriculación.

Los 200 jóvenes residentes de Nitzana asisten a la escuela Neve Midbar, la cual no se ha podido renovar en 40 años.

Después de haber recorrido el lugar, la campaña holandesa de KH decidió dar a estos niños igualdad de oportunidad para una educación y una vida de calidad, recaudando fondos significativos para impulsar la renovación de las instalaciones de Neve Midbar y hacerlas adecuadas para el siglo 21.

Posteriormente, la campaña suiza de KH en Zúrich anunció felizmente que se unirán a la iniciativa, y así lo hicieron.

El 13 de junio, inauguramos una nueva instalación residencial para estos estudiantes, donada por un donante italiano, dándoles nuevos alojamientos y una mejor oportunidad de tener éxito.

¡Gracias por su gran corazón!